En el marco de las actividades por el venidero Día de la Cultura Nacional, se efectuó en el salón Minerva el Encuentro provincial de Danzón.
Este baile, de origen cubano, devino una manifestación de galantería musicalizada. Creado por el compositor matancero Miguel Failde y Pérez en 1879, se popularizó por su ritmo pegajoso, cediendo a la posteridad composiciones y subgéneros como el Danzonete, el Mambo y el Cha Cha Chá.
La máster Giselle Leyanis Valdés Marín, Metodóloga Provincial de Danza en el territorio, explicó que «las demostraciones ejecutadas por los participantes fueron muy buenas, todos los bailarines lo hicieron en su ladrillito, una característica que particulariza a este baile, las damas con su abanico, bien refinadas como requiere este espacio. Con la intención que la UNESCO reconozca al danzón como Patrimonio Cultural de la Humanidad se están confeccionando una serie de expedientes que fundamentan esta propuesta”, agregó.
Cada municipio cuenta con un club de danzoneros y el municipio cabecera posee dos. Bajo la supervisión de los instructores de arte, especializados en danza, funcionan los Talleres de Creación y Apreciación, cumplen con el propósito de mantener vivo el espíritu y disfrute del baile nacional en las comunidades.

Justa Campillo Avilés y Santos Cabrera Benítez, esposos y eternos enamorados de los compases tradicionales concursaron en el 2011 en el Cubadanzón, allí obtuvieron el Gran Premio, además ostentan la categoría de Joyas del Danzón, junto a otras dos parejas del territorio nacional. Desde su experiencia, integraron el jurado que calificó a los concursantes, declaran haber evaluado el vestuario, la posición y el lenguaje propio del abanico, y lo principal, a su criterio, mantener la cadencia.
Representantes de Lajas, Cruces y Cienfuegos se dieron cita en el evento, acontecido este domingo, donde Roberto Zamora López y Paulina Teresa Martínez Ferrer merecieron el primer lugar. La pareja ganadora nos representará en el 2026 en una competición nacional, pero sin duda alguna, la preservación de las tradiciones que conforman la cubanidad se manifiesta en cada paso elegante de los bailarines, quienes aportan frescura y elegancia moderna al danzón.

