La creación de un patio rústico en la Cooperativa de Producción Agropecuaria 26 de Julio se sostiene la producción de alimentos para sus asociados. En esa organización buscan alternativas a las carencias con el autoabastecimiento y obtienen resultados.
Son animales rústicos, poco demandan para su desarrollo, la alimentación está bien cerca, en el campo. Basta el interés por producir y satisfacer las demandas de los asociados.
Arturo Moreira Varela es el jefe del módulo pecuario para la crianza de cerdos criollos, carneros, aves de corral y conejos. El sustento de estos animales viene del campo, es a base de forraje, palmiche, una variedad de yuca poco apetecible por las personas por su dureza y sabor amargo, así como restos de alimentos del comedor y casas de la cooperativa, dice.
En el módulo pecuario de la “26 de Julio, es evidente, no hay una gran inversión, bastó la voluntad de un grupo de trabajadores para sostener la alimentación de los cooperativistas. Vinculados a los resultados del trabajo, estimula una remuneración acorde al empeño colectivo.
Agrega Moreira Valdés que a la hora del sacrificio que incluye la autorización de ganado mayor- se dividen las ganancias de la venta de las carnes al 50 por ciento, es decir, la mitad es la cooperativa y la otra mitad nos corresponde a nosotros, quienes tenemos como trabajo el engorde y adecuado manejo de la masa.
Además de la alimentación e higiene son los responsables de la guarda de estos animales, según confirma Roelvis Rodríguez Castellanos, quien alimenta a los cerdos y pastorea los carneros. No se nos ha perdido ni uno solo, hay un cuidado permanente, incluso de noche, cuando apenas escuchamos el ladrido de los perros y ahí estamos prestos a preservar un bien común.
Iniciativa, responsabilidad, resultados, son premisas de las cuales siempre escuchamos en la Cooperativa 26 de Julio, del municipio de Abreus, hay liderazgo y un colectivo que trabaja y lo hace bien.