Perdió el partido de ida ante Trinidad y Tobago, y deberá remontar un marcador 2-1 para asegurarse al evento de la región

Desde la tarde de este viernes Trinidad y Tobago representa una cuesta empinada para la selección de fútbol de Cuba, luego de derrotarle 2-1 en el partido de ida de la clasificatoria a la Copa Oro 2025.

Tras lo vivido en el Estadio Antonio Maceo, los Leones del Caribe tienen ante sí la ardua tarea de la remontada. Y quizá si mira de forma estricta el resultado puede parecer más difícil que atendiendo a lo visto dentro de la cancha: donde el final maquilló de forma engañosa lo que sucedió.

Cuba tomó ventaja tan rápido como al minuto 6, en que Yasnier Matos terminó una asociación letal con el capitán Maikel Reyes y avivó apenas unos segundos una grada fría, más parecida a la de un partido de tenis en Roland Garros.

La posesión y las oportunidades hacían pensar que los de casa podían incrementar la diferencia, pero merecer no fue sinónimo de lograr, y terminaron presas de que se cumpliera el viejo adagio de recibir los goles que no haces.

Una contra de los Soca Warriors acusó el primer despiste defensivo y pagaron caro con el gol de Isaiah Lee al 20′.

El descanso llegó con la sensación de que los cubanos podían retomar el control en el marcador, porque el del partido lo tenían, a juzgar por las estadísticas que reflejaban dominio del balón, de los tiros a puerta, de los pases y la precisión, y sobre todo porque se jugaba en cancha de los rivales.

Solo en un aspecto no consiguieron acumular mejores números: en los tiros de esquina. Y precisamente en uno de ellos cayó el segundo gol de los trinitarios como una piedra sobre el ánimo de los de la Mayor de las Antillas.

Steffen Yeates aprovechó al 53′ las licencias que brindó la defensa cubana en ese córner, quizá la asignatura pendiente por más largo tiempo del fútbol en Cuba, y puso a su equipo en una posición más cómoda de lo que imaginaron unos minutos antes.

De ahí en adelante se vino abajo el conjunto de casa, que no encontró en los cambios el revulsivo que demandaban el técnico Yunielys Castillo y las circunstancias, y de dominar pasaron a sufrir.

Dentro del angustioso curso de los últimos minutos apareció una luz con la entrada de Alessio Raballo, un joven de 18 años que alguna vez jugó en esta misma cancha y al que le hacía muchísima ilusión regresar, pero representando ahora a su país, aunque su fútbol se fraguó en Italia.

El joven delantero picó con peligro a la espalda de los centrales y disparó tres veces a puerta con descaro, aunque quizá en alguna debió tener más tino que prisas, lo que no empañó un debut que le abrió la bolsa para guardar minutos, porque seguramente se ganó algunos más.

Concluyó sin más el choque y el seleccionador cubano, a sabiendas de la difícil tarea de remontar, reconoció que deben cambiar muchas cosas para el partido de vuelta.

«Entre ellas debemos mejorar la actitud, ser más ambiciosos y contundentes, y despertar en labores defensivas porque en ocasiones pagamos como hoy», precisó.

«No hemos renunciado a la posibilidad de clasificar a la Copa Oro 2025, aun cuando sabemos que será muy difícil remontar en su cancha lo vamos a intentar y trataremos de corregir para intentarlo», agregó Castillo.

El partido definitorio acontecerá el 25, en el estadio Ato Boldon de Puerto España, con la encomienda para los cubanos de borrar el precedente cercano de la derrota con 3-1 como visitante, para poder avanzar. (Texto de Raúl Hernández Lima)

Por Jit Deportes

Especializado en temas deportivos.

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