Quizá sea una licencia que pertenece al reino de lo que » pudo ser» y en el fondo muchos agradecen, pero no es rigurosamente cierto cuando se escucha al locutor decir: «un éxito de siempre» o algo así.
Quizá aceptada esa premisa sería agradecible entonces recibir propuestas de mayores quilates que otras sí muy «sonadas» en la época pero carentes de más valor que la pura nostalgia.
Una costumbre que el espacio debe desterrar, a mi juicio, es poner videos que a simple vista demuestran que el cantante vocaliza en su idioma original mientras se escucha cantando en español.
Amén del desfase imagen/sonido, la pifia salta a la vista y al oído pues generalmente los movimientos de la boca delatan la realidad. ¿No es más fácil y elegante programar la versión original aunque sea otra la lengua en que se canta?
(Recientes audiovisuales con el italiano Gianni Morandi y el francés Joe Dassin revelaron este truco pueril).
Otro señalamiento sería para el conductor, Marlon Alarcón Santana -uno de sus miembros más permanentes en el colectivo del espacio radial- quien, si bien ha dotado a «Nocturno» de todo un sello, pudiera resultar un tanto menos enfático y engolado a la hora de presentar y comentar la música o introducir ciertos slogans.
De cualquier modo, esta cita semanal con una música que definió en buena medida el mapa sonoro de décadas atrás, resulta un verdadero oasis en un contexto donde, como sabemos, es otro el tipo que predomina y lidera.
Y una oportunidad de que las nuevas generaciones la conozcan, mientras los mayores aprovechan para, como reza uno de los » mantras» del programa : «soñar y recordar».
Felicidades a los realizadores y al Canal Educativo por tal oportunidad.