Investigadores del Centro de Estudios Ambientales de Cienfuegos (CEAC) participaron, junto a representantes de otras 16 instituciones del continente integrantes de la Red de Investigación de Estresores Marinos – Costeros en Latinoamérica y el Caribe (REMARCO), en un intercambio de experiencias acerca de la aplicación de técnicas nucleares e isotópicas para estimar reservas y tasas de acumulación de carbono azul en ecosistemas marinos del archipiélago cubano.
El CEAC e instalaciones de Cayo Santa María, en Villa Clara, fueron escenarios de un curso que permitió a los asistentes realizar ejercicios prácticos y de recolección de muestras, además de dialogar con expertos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), entre ellos Jimena Samper Villarreal, del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (CIMAR), de la Universidad de Costa Rica.
«El curso está enfocado en lo que es el carbono azul, principalmente en praderas de pasto marino, que es un ecosistema costero clave y que secuestra carbono en sus sedimentos a largo plazo y ayuda con la mitigación de cambio climático», explica Samper Villareal .
«Estamos tratando de unificar y homogenizar las técnicas nucleares que utilizamos dentro de la región latinoamericana para que todos podamos cuantificar lo que es el carbono de manera como corresponde y que podamos comparar entre los distintos sitios y llenar vacíos de información que tenemos y aclarar cualquier tipo de consulta que haya con respecto a cualquiera de las metodologías que aplicamos y también con respecto a la teoría de fondo de secuestro de carbono en las praderas de pasto marino, sobre todo en la región latinoamericana», añade.
El carbono azul es el CO2 que se almacena naturalmente en los ecosistemas marinos y costeros como manglares, pastos marinos y marismas saladas. De acuerdo con estudios medio ambientales, los ecosistemas costeros capturan carbono a una tasa mucho más rápida que los terrestres y según la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA), el carbono azul elimina de la atmósfera diez veces más CO2 que una selva tropical.
Sin embargo, estas reservas de carbono se encuentran amenazadas por las actividades humanas, el ascenso del nivel del mar y los eventos climáticos extremos, que ejercen una presión considerable sobre los ecosistemas de carbono azul.
El CEAC resultó nuevamente seleccionado para este intercambio por sus resultados en investigaciones dirigidas a proteger los litorales de los fenómenos meteorológicos y los efectos del cambio climático, además del aval que lo acredita como primera institución cubana colaboradora del OIEA.