Uno de los inmuebles más significativos dentro de la arquitectura doméstica local, el Palacio García de la Noceda, recobrará sus valores histórico-patrimoniales, gracias a la restauración que impulsa la Oficina del Conservador de la Ciudad de Cienfuegos.
Ubicado en el corazón de la urbe, este inmueble fundado en el año 1881 ha sido testigo de la historia cienfueguera por más de un siglo. Y es que el palacio García de la Noceda deviene motivo de orgullo de los perlasureños.
De acuerdo con Mery Berta Pérez Lorenzo, Jefa del Grupo de Investigaciones Históricas OCC “el inmueble de por sí tiene un valor excepcional y se clasifica en grado de protección 1. La oficina del conservador, que ocupa algunas áreas del edificio, en estos momentos trabaja por la conservación, preservación y mantenimiento de una de las áreas que va a ocupar el centro de interpretación de la oficina. Este es un proceso paulatino que en otros momentos rescatará otros sitios dentro del local”.
La restauración, prevista a culminarse en tres etapas, conserva los valores patrimoniales del edificio, a la vez que mezcla la historia y tradición con nuevos aires de modernidad. Así llegarán al local, salas de exposiciones y áreas interactivas, a lo que alguna vez fuera una casa-almacén.
Según Carla Montalvo Zerquera, arquitecta especialista OCC es necesario rescatar el estilo neoclásico, los vitrales, arcadas y escaleras originales. Como arquitecta basé mi diseño en lo que ya se encuentra en el lugar y modernicé partes como el mesanine y el área de circulación”
Para llevar a cabo la obra los especialistas cuentan con el apoyo del Fondo Cubano de Bienes Culturales, Trabajadores por Cuenta Propia, así como estudiantes de la Escuela de Oficios adscrita a la Oficina del Conservador para mantener la originalidad.
“Los muchachos de la escuela apoyan en todas las especialidades necesarias, hacen tareas de albañilería, pintura, fuego y soldadura entre otros. Esto les permite además practicar para su próxima incorporación a la vida laboral”, aclaró a Perlavisión Armando Soto Alvarez, profesor de Albañilería Escuela de Oficios.
Pérez Lorenzo acotó también que “preservar un inmueble para nosotros tienen una doble significación. Primero, porque se atesora la historia y llega a las nuevas generaciones; segundo, porque desde el punto de vista cultural se pudiera tener acceso a uno de los miradores más extraordinarios de la ciudad”
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Es así que con el rescate esta joya perlasureña se encuentra el equilibrio entre la utilidad y el sello identitario que caracteriza al centro sur de Cuba.
El Palacio
El Palacio García de la Noceda data del siglo XIX y fue en su momento una casa-almacén, de las más majestuosas que proliferaron en el país. Llegó a valorársele como la mejor obra cienfueguera de este género, comparable con las existentes en la capital cubana.
Esta excelente construcción neoclásica, edificada en 1881 por el comerciante español José García de la Noceda, a un costo de $90,000, está situada en la Calle de Argüelles (Avenida 52) y D´Clouet (Calle 31).
Es un edificio esquinero de ladrillos y azotea, con dos plantas, una torre-mirador al centro y rematado por una sencilla cúpula. Posee dos niveles bien diferenciados: como almacén se utilizaba la primera planta; la segunda se usaba como vivienda y oficinas, distribución funcional típica del Siglo XIX.
En este majestuoso edificio se destacan sus locales de grandes dimensiones, sus pavimentos, el trabajo de las pinturas murales en paredes y techos, su cristalería con variados colores y diseño, desde la luceta rectangular con motivos curvos hasta el arco de medio punto, así como el trabajo en hierro.
Dentro de las construcciones urbanas de tipo residencial esta casa-almacén es, según Joaquín Weiss «la mejor obra cienfueguera de este género… de gran escala, formas sencillas y vigorosas, comparables con las mejores obras de su género en la capital». Representa el sentir de una época y la respuesta material a sus necesidades.