Lo que el pueblo enseña

Lázaro Alejandro Romero Álvarez, a sus 23 años, es el delegado más joven de la Asamblea Municipal del Poder Popular en Cienfuegos, quien ejerce esa responsabilidad desde hace diez meses.

El joven –conocido como Ale por sus electores de la circunscripción 23, de la zona 26, del consejo popular de Punta Gorda– aprecia su función como un privilegio que solo ofrece una democracia tan genuina como la nuestra: ser el representante vecinal mediante quien el pueblo se expresa.

«Estar empapado de todo cuanto ocurre o se piensa en los barrios, dialogar, escuchar, tolerar, comprender, explicar, argumentar, no dejar a nadie insatisfecho con determinada pregunta, son algunas de las premisas que no descuido en mi labor», comentó.

«Soy delegado desde los 22 años, recuerdo siempre la impresión que me causó dirigir mi primera asamblea de vecinos, con un quórum total. Fue bueno que algo así sucediera. Me preparo para las siguientes, en las cuales he tenido la fortuna de contar con la mayoría de los electores.

«Todos los miércoles, a las cuatro de la tarde, efectúo el despacho con ellos. Lo hago en la escuela primaria Guerrillero Heroico, donde trabajé durante tres cursos como maestro; lo cumplo sin excepción. Pero también recibo y converso con los electores en mi casa, en la cuadra, donde me llamen.

«No siempre me formulan planteamientos o problemas. Hablamos de todo: cuestiones personales, proyectos, logros familiares. Es algo que surge como resultado de la confianza establecida entre nosotros y su certeza de que no los voy a defraudar, en ninguna circunstancia.

«De forma regular, y junto a un joven trabajador social, doy recorridos por las zonas más sensibles de mi circunscripción, para interesarme por las circunstancias de vida de varias familias en condición de vulnerabilidad, provenientes de otros municipios, instaladas en antiguas instituciones que ya no funcionan; llevan una atención diferenciada, que me preocupo por brindarles.

«Esta experiencia como delegado me ha ayudado a crecer en esa responsabilidad, pero, además, como ser humano, porque transcurrió durante la segunda etapa de la COVID-19. Eso, dos zonas rojas incluidas y servicios vecinales a las personas ancianas o impedidas de moverse, son un curso intensivo, sin parangón».

Ale no cree en la cobardía, la vida lo marcó con la pérdida de su mamá a los ocho años, golpe del cual se sobrepuso gracias a su valentía característica,  y fue educado y criado solo por sus abuelos maternos, ambos muy revolucionarios, Rafael y Marisela.

Él cree que el delegado no es un mago, pues ciertas soluciones se alejan de su poder real, y su no concreción se explica en el difícil contexto económico; pero nunca deja a nadie sin razones. «El silencio es el peor enemigo ante la pregunta de un vecino».

Por: Julio Martínez Molina | Diario Granma

Por Julio Martínez Molina

Licenciado en Periodismo. Periodista de la Editora 5 de Septiembre. Corresponsal del Diario Granma, en Cienfuegos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

📺 Programas de Perlavisión 👇