Me propuse escribir cuanto me diera la experiencia-expectativas-objeciones populares acerca de la nueva Ley de Comunicación Social en Cuba, un suceso que debe transformar el empleo de esta ciencia en el país, ahora que todos tenemos la posibilidad de comunicar-informar.
Es vieja costumbre asomarme a diario a las redes sociales y plataformas digitales de aquí, allá y acullá, siempre con el objetivo de permanecer informado, de interpretar el acontecer noticioso y de catar el estado de opinión de nuestros lectores, radioescuchas y televidentes. La vida en Cuba impone retos a los periodistas que no debemos soslayar, si pretendemos mantener la confianza de los públicos.
El canal territorial de los cienfuegueros, Perlavisión, recién publicó el reporte de la colega Ismari Barcia, Recategoriza Meliá Internacional hotel insignia del turismo en Cienfuegos, y revuelo tiene entre quienes consumieron el producto, con opiniones diferentes en cuanto no a su contenido y forma, sino al momento de divulgación del mismo.
Reproduzco una interesante opinión dejada en la página Telecentro Perlavisión, de la red Facebook, que nos hace llegar el habitual lector Raudel Montes de Oca:
“Hay que tener una visión política a la hora de hacer una propaganda en un tema tan espinoso y cuestionado por el pueblo, la prensa tiene que estar a la altura del momento histórico que estamos viviendo dando prioridad en las publicaciones a aquellos temas esperanzadores y de interés popular, por ejemplo el tema de la canasta, los problemas con el agua, las inversiones que se están haciendo en la energía fotovoltaica para solo mencionar algunos de los tanto que tenemos, el turismo es la primera fuente de ingreso de este país, pero ahora más que invertir es utilizar eficientemente los hoteles que tenemos, saludos”.
Los periodistas chocamos todos los días con la opinión popular, nuestra gente nos dice en la calle lo que piensa –a veces, incluso, de forma inadecuada-, nos exigen explicaciones, aspiran a que tramitemos sus inconformidades en los medios de comunicación, en definitiva alaban o cuestionan nuestra labor. Otros dejan sus criterios en redes sociales o publicaciones web y es obligación profesional atenderlos, interiorizar los planteamientos, aunque en la mayoría de las veces no entremos en el debate público.
Si pienso en alta voz acerca del criterio dejado en el Facebook institucional de Perlavisión, daría razón en parte para este cibernauta, porque es cierto, en momentos tan difíciles para el pueblo cubano, lo ideal es el mensaje auténticamente esperanzador, sólido, contundente y real, nada de esos gerundios como “trabajando” que inspiran más desconfianza que un futuro construido para el bien de todos. Hay temas y temas, solo que al profesional de la prensa corresponde dar el enfoque correcto.
Digo en parte, porque para los cienfuegueros debe ser motivo de orgullo la recuperación de un icono como el hotel Jagua. Se imaginan dejar destruir ese símbolo de la ciudad, porque seamos realistas, si se prolonga el tiempo para su reconstrucción quedará en el olvido y será más difícil devolverle esa fotografía identitaria de Cienfuegos.
Ejemplos tenemos de sobra y busquemos en la memoria…El tiempo pasó y pasó sobre el hotel San Carlos, otros de menos categoría hoy ni existen; qué me dicen del edificio conocido como Los Jesuítas, ahí está en franco desafío al olvido gracias a su sólida construcción… y así ocurre, el implacable, las prioridades, el financiamiento y hasta la preocupación e inteligencia de los hombres influyen en asuntos tan terrenales.
Lleva razón el cibernauta al pedir antelaciones a lo que verdaderamente falta ahora mismo. Tenemos que explotar con eficiencia la planta hotelera del país, principal fuente de ingresos de divisas y pensar en otras inversiones que garantizarán continuidad como el Sistema Electroenergético Nacional que buenos dolores de cabeza nos da –y nos dará por un buen tiempo-, en muchos otros terrenos ocurre igual: alimentación, agricultura, servicios, transporte y más.
Y regreso al inicio, la Ley de Comunicación Social nos impone retos, entre esos la sagacidad para explicar con total transparencia y desde la información que brindan las fuentes –no a media tinta, como suele ocurrir. Es loable el reconocimiento a personas y colectivos laborales, más cuando el resultado del trabajo nos resuelve los apremiantes problemas de estos tiempos, pero no basta reportar visitas, recorridos, reuniones y estandartes, hay que captar el sentir popular y todavía tenemos camino por andar…
Me uno a lo que usted escribe, muy de acuerdo. No sé puede esperar a perder lo que con tanto amor se construye para después comenzar y sabrá para cuando??